DEL SEXO SAGRADO....

.................Pocas son las personas que lo conocen. Sólo llega a su orilla, quien Sabe; pero, ¿de qué le sirve nadar en sus aguas placenteras si no tiene con quien compartirlo? Porque, a estas alturas de las prisas y otras limitaciones psicólogicas como son el bajo nivel de tolerancia a la espera, nadie quiere saber nada del Arte Sagrado y sí de tenerlo ya, rápido y cuanto antes.
                 Las desmesuradas fauces de tan largo tiempo transcurrido desde que el sexo era una habilidad transcendente, han engullido su verdadero sentido, su hacer y significado. Hoy, más que nunca, está lejos de Ser lo que verdaderamente debiera. Se ha realiza un ritual mecanizado que apenas dura lo imprescindible para llegar...¿a dónde?: a un mero espejismo de placer.
                Y yo os digo: ni imagináis lo que puede ser ni lo que llegaríais a experimentar si verdaderamente practicárais el sexo. Nada tiene que ver con llegar y coger el fruto de inmediato. Se trata de emprender un largo viaje por las altas cumbres con la persona que ha sabido tocar tu alma con la punta de los dedos. Al cabo de tan delicado y pausado viaje, una flor carmesí os aguarda. 

                "Ven, susúrrame al oído que la Morada está cercana;
dime que la Puerta que he de atravesar, sólo se abre con llave de Oro y de Plata;
que tengo que acceder al umbral mirándote a los ojos
y escuchando el tañir de la campana en tu pecho.
                La Luna, madre de la noche y de la Madre,
jubilosa acoge nuestra llegada; mas, no nos deja entrar.
               Sólo cuando tu alma y la mía han libado al completo
el tarro de miel, después de abandonarlo una y otra vez,
la Puerta se abre gozosa y nos traga
para hacernos morir de placer".